jueves, 28 de abril de 2011

Quiromasaje

El masaje fue una de las primeras herramientas terapéuticas utilizada por el hombre para comunicarse y proporcionarse un recurso natural contra el dolor. Es tan antigua como la existencia de los seres vivos que de forma instintiva se llevaban la mano y se frotaban o presionaban con firmeza la zona dolorida para aliviar el dolor o molestia.
Los primeros textos conocidos sobre el masaje se remontan a hace más o menos 4000 años, en la Antigua Mesopotamia, china, antiguo Egipto, irán, Grecia e imperio romano y desde entonces evoluciona paralelo a la evolución de la sociedad, manteniéndose perenne, incesante, adaptándose a las características y necesidades de cada pueblo.
Hasta llegar al masaje que conocemos en la actualidad, al que denominamos Quiromasaje
(QMS), adaptación del sistema sueco de ejercicio y masaje.

Actualmente se entiende como tal, un conjunto de técnicas dirigidas a mitigar los dolores musculares, ya sean de tipo tensional, de bloqueo energético o de falta de tono. Utilizándose también como una aportación complementaria y eficaz en la aplicación de otro tipo de terapias.
Los efectos del masaje afectan directa o indirectamente a todas las funciones del organismo, así el estudio de los efectos del masaje sobre el cuerpo humano podrían ser los de la fisiología misma.


Estos efectos generales del masaje podrían resumirse en los siguientes puntos:
  • Aumento de la circulación local
  • Descongestión del sistema venoso y linfático
  • Regulación del tono muscular
  • Liberación de cicatrices y adherencias en los tejidos
  • Mejora del estado general de la piel y del tejido conjuntivo
  • Alivio del dolor
  • Acción sobre los órganos internos a través de reflejos
  • Estabilización del sistema nervioso vegetativo
  • Relajación psíquica.